La literatura norteamericana actual no tiene esos complejos. Lorrie Moore, por ejemplo, pone especial cuidado en atender a cómo habla la gente. En Al pie de la escalera Tassie, la narradora, hace muchas observaciones en ese sentido: “-Gracias, ¿a...
Pesa mucho el riesgo del casticismo en esa desatención, el peligro «neoberciano». Aunque hay quien tiene arrestos suficientes como para escuchar proustianamente no ya la poesía, sino hasta la prosa más lumpen. Así, Óscar Esquivias, que, más allá de...
En el relato anterior, Manuel Vilas, con su probada mediumnidad, nos lega un speech de Francisco Umbral en el que reflexiona sobre su poética. “Yo escribía sobre literatura española con la armadura entretenida de lo coloquial y de lo...
«Su sola presencia borraba las preguntas», se dice a sí misma, una y otra vez, la narradora de «La abada ebria» (en Setecientos millones de rinocerontes, de Manuel Vilas). Anonadada ante la pura presencia, que dicta la simple y...
Por no hablar del propio Shostakóvich. Reiteradamente solicita una foto a Elena que ella nunca le concede… hasta la página 644, dentro del capítulo titulado “Nunca lo volveremos a mencionar”. Dimitri entra en éxtasis. Ahora tenía algo, una parte...
Martina se busca en las películas pero se encuentra en una canción: Gimme Danger, de Iggy Pop. También Zazi se encontraba en la música más que en el cine. Y William T. Vollmann, a través de varias de las...
Aquella vieja aspiración educativa para la que el impulso realista encontró el cine sigue viva. Como Zazi en Zeroville, Martina, la narradora adolescente de Deseo de ser punk, busca sus referencias en el rock y en el cine. Y,...
En las páginas satíricas sobre arte de Ad Reinhardt había un chiste recurrente. Apareció en la primera que publicó en P.M. y lo repitió en las siguientes una y otra vez, hasta convertirse casi en una marca, colofón lo llamó...
La sala de las pinturas monocromas de Ross: “donde él se sentaba a pensar”, “su celda de aislamiento, la ubicación formal de todos sus recuerdos consagrados”, “aquellos cuadros distintos pero todos igualmente discretos, óleo sobre lienzo, los cinco”, “la...
A eso mismo se refiere Artis Martineau (¿no resuena en su nombre el de Agnes Martin?): “Lo único que no es efímero es el arte. No está hecho pensando en un público. Está hecho para estar aquí, sin más”....
La semana pasada el escritor Miguel Noguera, que estudió Bellas Artes, declaraba en El Español que “si yo hago lo que hago y de la forma en que lo hago, es gracias a haber visto propuestas de arte contemporáneo”....
Reig reflexionaba también, a través de Carmen, sobre la lectura: «proyectas sobre el texto la sombra de tus deseos o de tus temores, tu propia sombra que oscurece la página hasta que sólo lees lo que esperabas leer, y...
Reaparece, pues, un espectro: el Autor. Y con él, la serie de espejismos que trae aparejados, quizá el primero la Intención. Justo Navarro narraba sus efectos en El espía: «Angleton tenía razón, repitió, las arengas de Pound eran ejemplo...
Compareciendo un autor (aunque sea “invención” del lector) es fácil remitirse a un “plan secreto” que daría razón de las causalidades del texto, las que no explica la lógica del mecanismo narrativo. Pero, ¿qué hacer cuando aparecen fuera de...
Asociado a ese asunto, Reig introduce otro sobre el que se han vertido ríos de tinta: «a partir de ahí, construyes al autor a la medida de tu lectura. Porque no es el autor el que crea el libro,...
Naturalmente, la experiencia estética se produce en la intimidad. O produce la intimidad. O al revés. En todo caso comparten la misma esfera. Diferente de la otra, la de la identidad, que es la del género. Rafael Reig las...
Por el contrario, la identidad estaría lastrada por la antigua concepción cerrada, mecánica, del cuerpo. El narrador de La casa y el cerebro, de Edward Bulwer-Lytton, cita un experimento de Paracelso que es elocuente al respecto. «Una flor muere;...