ACTO 2
El pasado 8 de octubre tuvimos la oportunidad de abrir las puertas del Centro José Guerrero para invitar al público a disfrutar de una experiencia, cuando menos, diferente. Bajo el nombre de Bastard Scene, ACTO 2, nos propusimos reflexionar y cuestionar los mecanismos de intercambio cultural que se producen usualmente entre la institución museística y su público, espacio donde tradicionalmente han primado las ideas de emancipación, individualidad e independencia de los visitantes del museo. Para ello diseñamos un evento donde desafiamos al público a asumir un rol activamente participativo, y buscamos estrategias que nos hicieran reflexionar sobre los modos de producción cultural desde lo colectivo.
En el panorama artístico internacional comprobamos como desde el campo de las artes visuales hay un efervescente interés por otras formas de expresión asociadas a las prácticas temporales del arte contemporáneo. En estos campos creativos podemos observar un claro reconocimiento a las formas de expresión artística donde los rituales interpersonales, los encuentros entre público y artista o la temporalidad de la obra de arte, están tomando el relevo al objeto artístico, y la apuesta institucional de referentes cultures del calibre de MoMA, Wiels, Tate Modern o Fundación Tapies, ha sido la de diseñar estrategias para incluir en sus programas propuestas provenientes del campo de las artes en vivo. Las intervenciones de Xavier Le Roy, Boris Charmatz o Anne Teresa De Keersmaeker son clarísimos ejemplos de estas tendencias de resignificación del espacio museo como lugar de encuentro.
Ahora, velocidad, duración, cambio, periodicidad, repetición, efímero, etc., comprenden el glosario de un espacio artístico híbrido llamado Performance Art. La investigación de estos términos está integrada en una estrategia fenomenológica que explora nuestra comprensión del concepto de lo temporal como una construcción eminentemente humanista y existencial. En las últimas décadas del siglo XX, culturas globales y prácticas artísticas fueron transformadas por la rápida saturación tecnológica. El performance se convirtió en una modalidad paradigmática de las estéticas posmodernas, donde interdisciplinariedad, mediación y auto-reflexión han prevalecido como sus tropos más recurrentes. La progresiva aproximación de los puentes que separan los campos de las artes escénicas y visuales, están redefiniendo las genealogías de la estética contemporánea. Hoy por hoy, la escena artística se caracteriza por una compleja diversidad de prácticas artísticas en vivo, muchas de las cuales no pueden ser inequívocamente localizadas en los postulados binarios del tipo exposición o contemplación, corporal o textual, lo figurativo o lo literario. En este contexto de la experiencia del «estar presente», el espacio de representación se convierte en un territorio críticamente resbaladizo, tanto para el espectador como para el performer, resignificando su distancia. Como lucidamente indica Roger Bernat: «en mis espectáculos no parece haber actores ni escenografía. No podrás indentificarte con las personas y objetos que deberían poblar el escenario. No tendrás más coordenadas que unas pocas señales en un escenario del que tú y los demás espectadores seréis los únicos habitantes. Tú serás actor del espectáculo. Lo que no hay son espectadores».
En una situación ideal, y aplicable a cualquier proceso de creación artística, el resultado último que esperamos es el de generar un intercambio y enriquecimiento cultural mutuo entre la obra y su público. Si el performance posee una cualidad idiosincrásica, será precisamente la de la interacción espacio-temporal con el público. La propuesta de ACTO 2 es la de crear un espacio de reflexión intelectual complejo, que pueda generar un impacto afectivo en el espectador.
En ACTO 2, aprovechamos el contexto que nos brindada uno de los referentes culturales de la ciudad de Granada, el Centro José Guerrero, para explorar in-situ las conexiones que se vienen produciendo entre los campos del performance y las políticas de edición por un lado, y la performatividad de las estructuras museísticas por otro. Durante una semana trabajamos conceptual y fisicamente dentro del Centro con diferentes propuestas performáticas, tanto individuales como colectivas, sonoras o espaciales, conceptuales o formales, teniendo presente la apertura de este proceso de investigación creativa al público en la forma de un laboratorio experimental. 4 horas, 4 plantas y 4 recorridos. Esos son los ejes sobre los que construimos nuestras propuestas.
Los contenidos de esta presentación ACTO 2 han sido recogidos en nuestra plataforma:
Un proyecto coordinado desde > SOBRE_Lab
Dirección > Miguel Angel Melgares
Con la colaboración de > Facultad de BBAA de Granada, ARTEPI, Master de Producción e Investigación en Arte y El Rapto
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