Aprovechando la conferencia que pronunció en el Centro la semana pasada, tuvimos la oportunidad de grabar una entrevista con Mario Perniola. Las preguntas corren a cargo de Esperanza Guillén, adjuntamos el texto integro, ya que en el vídeo aparecen resumidas. Por cierto, como podrás comprobar al pulsar el play, la entrevista está en perfecto italiano.
1. La apariencia democrática de la comunicación de masas, oculta una perversión que homologa a los individuos y de la que solo podemos liberarnos a través del sentimiento estético, pero de un sentimiento estético que no se distancie en exceso de las necesidades reales concretas o de los anhelos cotidianos. Esa atención a los deseos que permita una más intensa experiencia cotidiana, estaba presente en las teorías situacionistas ¿Hasta que punto tu relación personal con ellos, y con Debord en particular ha condicionado el desarrollo posterior de tu filosofía?
2. En El sex appeal de lo inorgánico, haces referencia a un tipo de sensibilidad, la contemporánea, que implica una desubjetivación del sentir o la presencia de un sentimiento impersonal en la representación de las pasiones, como el placer, el deseo, el dolor. En otros escritos también has analizado la presencia de un nuevo tipo de realismo que conducía la sensibilidad hacia la alienación o un realismo psicótico. ¿Eres optimista con respecto a la capacidad del arte actual para superar esos procesos de alienación?
3. En El arte y su sombra definías como ingenua la identificación del arte como mero objeto artístico como si fuera algo dotado de autonomía, algo mítico, alejado de lo real; pero también considerabas ingenuo ver lo artístico como simple información o comunicación. Adoptas una postura intermedia, cuando hablabas de la proyección de una sombra que permite al arte escapar de las instituciones, del mercado o de los sistemas de comunicación de masas; estimabas, de algún modo, o al menos esa fue mi interpretación, que debía recuperarse en valor simbólico del arte sin caer en la mitificación del artista, pero ¿supone esto de algún modo asignar al artista una función trascendente con respecto a la realidad social?
4. Los situacionistas proclamaban la exaltación de la creatividad pero la negación del arte, aunque se valieran de sus medios, con el objeto de acabar con el disfrute pasivo y el valor económico de la obra; hacían uso de la publicidad subliminal, de la pintura industrial, del cine o del cómic. Los situacionistas rechazaban las obras convertidas en mercancía pero no sometían a examen el acto de crear. En 1972 afirmabas que los situacionistas no caían en la cuenta de que la subjetividad artística estaba tan alienada como su objeto ¿Qué opinas sobre las manifestaciones espontáneas de la creatividad presentes en internet? ¿Están provocando una inflación de los valores tradicionales del arte que habrían sorprendido a los situacionistas?
5. Como señalas tú mismo en el prólogo de la edición española de Los situacionistas, en tus escritos te sueles situar en un terreno intermedio y original, entre los pensadores institucionales y los outsiders ¿Es incómoda esta situación en relación al contexto cultural italiano?
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