Ley, síndrome, mal, paradoja, fatalidad o injusticia que siempre se cumple, salvo escasísimas excepciones, y viene a decir lo siguiente:
Si un artista de un país subalterno o periférico, ajeno, al fin y al cabo, a Europa y al contexto anglo-americano, produce un trabajo continuado y relevante, pero similar y poco tiempo después que el de un artista del centro, el artista subalterno es irremisiblemente un epígono de tal artista metropolitano; si el que lo hace después es el mismo artista metropolitano, éste siempre tiene el beneficio de la duda, no podía conocerlo.
Definida tras la recepción de la crítica neoyorkina de la artista brasileña Lygia Pape y acuñada certeramente por Paulo Herkenhoff. Podríamos clasificar bastantes museos según su cumplimiento del paradigma Pape, pero si conocen excepciones, pro favor, no duden en comentarlas.
(¡gracias, Paulo!)
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