La cabezonería con que el expresionismo abstracto se autoproclamó cénit de la individualidad del artista —no podremos hablar de aquellas almas que jamás tocaron un pincel— tuvo implicaciones más allá de la guerra cultural con la Unión...
Al terminar la entrevista comparto un taxi de vuelta al Centro con Pablo Ramírez, productor audiovisual y la mitad silenciosa e indefectible de La poesía, si es que existe,¹ mientras Óscar prepara su equipaje y se despide de los amables...