El parangolé de Helio Oiticia, aquel objeto que envolvía al sujeto y diluía la obra en experiencia y declaración performativa, ha dejado de existir, según el diario O Globo. La precaria obra del neoconcretista brasileño, amenazada entre el desinterés secular de las autoridades locales y la voracidad de las instituciones del norte, ha sido calcinada en un incendio que ha afectado a casi la totalidad de los fondos del archivo Oiticica, custodiado por una familia ahora devastada.
La dimensión de la tragedia, ocurrido la madrugada del viernes, puede medirse en la rápida extensión de la noticia:
Incêndio destrói obras do artista plástico Hélio Oiticica. Acervo não tinha seguro (Reportaje completo en O Globo).
<Incêndio destrói obras do artista plástico Hélio Oiticica (Atarde).
La collection du plasticien Helio Oiticica détruite par un incendie à Rio (Le Point).
Queria morrer com as obras, diz irmão de Oiticica (Terra Brasil)
Un incendio destruye cerca de dos mil obras del brasileño Helio Oiticica (teletipo de EFE).
Incendio destruye gran parte obras de brasileño Helio Oiticica (Prensa Latina).
Abandono de las instituciones públicas, en Pitadinhas, blog de la crítica Daniela Name.
Último minuto: Incendio destruye el acervo del artista Helio Oitica en Rio de Janeiro, primeras reacciones en Arte Nuevo, de Miguel López.
Lamento e las instituciones públicas, declaraciones de la Secretaria de Cultura de Rio.
Discusiones entre familia y políticas por el Centro de Arte Oiticia (Canal Contemporanéo Brasil).
Tendrá que venir la reflexión después de asumir el golpe, pero quizá sea ésta otra razón para pensar otra institución basada en políticas de investigación y acceso horizontales y sin fronteras, que vaya más allá de la fragilidad material de los archivos fuera de la comunidad y del régimen de propiedad del museo aún basado en la creencia de que lo público es la gestión política.
Excelente post, para tomar conciencia de los riesgos del incendio.