Un retrato fotográfico es una imagen de alguien que reconoce que está siendo fotografiado, y lo que hace con este conocimiento es tan parte de la fotografía como lo que está vistiendo o lo que parece. Está implicado en lo que sucede, y tiene un claro poder real sobre el resultado. La manera en la que alguien que está siendo fotografiado se presenta a sí mismo frente a la cámara y el efecto de la respuesta del fotografo ante esta presencia es de lo que trata la realización de un retrato. El filósofo Roland Barthes dijo una vez algo muy sabio sobre la fotografía. Dijo: «La fotografía es la cautiva de dos coartadas intolerables. De un lado, «imágenes artísticas ennoblecidas». De otro, el «reportaje», que deriva su prestigio del objeto. Ninguna concepción es correcta por entero». Barthes continúa: «La fotografía es un Texto, una meditación compleja sobre el significado».
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Lo escribe Richard Avedon, de quien se realizó la primera individual en España en el Centro hace unos años, y lo devuelve a la blogosfera la fotógrafa Zoe Strauss con esta pregunta en su blog. A la cual contesta el también fotógrafo Alec Soth, quien discute este duelo de poder entre fotógrafo y modelo argumentando cómo Avedon logra la mayoría de sus retratos anónimos, In The American West es un claro ejemplo, buscando un resquicio de duda y abatimiento en el sujeto, derrotando esta ambición de presencia. La prueba de Soth: la similitud entre la fotografía de ficha policial y algunos de los últimos retratos de Avedon.
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