Nosotros sentimos que es apropiado que participemos en traer estas obras a la atención del público, ya que existe un elemento clave en este nuevo arte que tiene su paralelo en el mundo de los negocios. Este elemento es la innovación, sin la que sería imposible progresar en ningún sector de la sociedad. Tales eran las palabras del directivo de Phillip Morris en el catálogo de una de las exposiciones más importantes de la segunda mitad del siglo XX por bastantes motivos (tematización, organización entre taller y laboratorio, desmaterialización, rol del curator, etc), la conocida Cuando las Actitudes devienen Forma. Trabajos, procesos, situaciones, documentos, información. ¡Vive en tu cabeza! (Kunsthalle de Berna, 1969). Unas palabras que, en su abierta contradicción con el carácter anárquico y regresivo de la exposición, han sido señaladas por varios autores como ejemplo de la cambiante relación entre capitalismo y vanguardia a partir del ’68.
Un episodio más en esta relación es el protagonizado estos días por la firma automovilística Saab y el director de la Documenta IIIIIIIIIII, el gourmand Roger M. Buergel, al haber lanzado cinco modelos exclusivos con el logo de la exposición de Kassel. Willi Fey, director de Saab Alemania, afirmaba que la individualidad y la diferenciación que toman los coches sobre la corriente principal del resto de vehículos, trazan una línea paralela a la esencia de Documenta (…), estos son valores tradicionales de la marca Saab y hace que ésta sea una cooperación ideal entre ambos. Por su parte, Bern Leifeld, director de Documenta, sostenía que al pensar en un conductor potencial de Saab, siempre lo hago en alguien de mentalidad abierta, individualista y que aprecia el estilo y la belleza; es decir, la esencia de los visitantes que visitan Documenta, (…) estoy muy contento por haber encontrado en Saab un nuevo socio para la exhibición con el que se comparte la misma mentalidad. Aunque sin duda, el verdadero pulso poético (¡!) de esta alianza lo da el propio director artístico, Buergel, declarando que la verdadera chulada viene de dentro, porque desde fuera mi coche muestra la elegancia formal y la carencia de esfuerzo de una nube. Literalmente.
Deja una respuesta