CONTINUARRACIÓN. SOBRE SUEÑOS Y CRÍMENES
Lugar: Salón de actos del Palacio de los Condes de Gabia, Granada
Octubre/Noviembre 2013 – 20h
En paralelo a la exposición DORA GARCÍA. Continuarración. Sobre sueños y crímenes que inauguramos mañana, se presenta, con la colaboración del departamento de artes audiovisuales del área de Cultura de la Diputación de Granada, un ciclo de cine inspirado en el proyecto de Dora García para el Centro Guerrero, que teje y desteje los hilos que van de Joyce a la antipsiquiatría, de la revisión del concepto clásico de la locura a partir de Foucault y Lacan a las nuevas formas de su escritura para la pantalla, de la realidad a la ficción y viceversa.
SÍNTESIS
La trayectoria del arte, desde la época clásica hasta la contemporánea, ha transcurrido desde la fascinación de la belleza y la seducción del deseo, a la toma directa -e incluso brutal- del goce. El siglo XX y las vanguardias fueron claves en esa travesía.
Pese a que Joyce parecía querer evitar su época, el encuentro inesperado con el mismo centro de la contemporaneidad fue ineludible. Críticos, lectores e investigadores aún intentan comprender la propia interpretación de Joyce que, desde su más estricta soledad, revisó toda la historia anterior y, nos atreveríamos a decir posterior, desde el momento en que él mismo declara que escribe para que investiguen su obra durante, al menos, doscientos años.
En ese sentido, su discurso es, enciclopédico a pesar de haber comenzado con un tímido lirismo. Es, además, coincidente con el descubrimiento del inconsciente: Joyce mismo no lo evitó, aunque solo fuera por la etimología coincidente con Freud. Pero también por el proceso continúo de destrozar y descomponer las palabras hasta disolver el lenguaje mismo, hasta la propia falta de identidad fonatoria.
Nuestro punto de partida en este programa, como complemento a la exposición que se desarrolla en el Centro Guerrero, es el hilo de Ariadna que conducen sus textos hacia el nosentido o a la explosión de éste: de ahí a una mirada diferente a la locura solo hay medio paso. También en Joyce que supo hacer de su obra un sinthome, una suplencia de la locura como afirmó J. Lacan.
Continuarración: sobre sueños y crímenes trata de articular sus últimas obras a los movimientos de antipsiquiatría y posteriormente a la revisión de la locura desde Foucault a Lacan. Partimos de una adaptación al cine (Bloom) sobre Ulises para proseguir con Häxan, un film maldito que llegó incluso al ostracismo hasta que fuera revisado por la contracultura americana de mediados de siglo. Así, más allá del interés historicista, Haxänes un intenso espectáculo visual impregnado de una modernidad asombrosa que examina locura e histeria desde la perspectiva de la brujería en una adaptación narrada con textos de William Burroughs y música de jazz.
Corredor sin retorno (1963) inauguró un género que nos llega hasta hoy con series de TV como American Horror Story, remake de Asylum (2008). En ese sentido el film de Samuel Fuller puede considerarse fundacional. Unos años después apareció como práctica documental Titicut Follies, un polémico film de Frederick Wiseman rodado en una penitenciaría psiquiátrica que llegaría a estar prohibido. Tal vez porque lo relatado ya no era ficción. A partir de ahí, muchas prácticas documentales posteriores son deudoras, ciertamente, pero exploran nuevos caminos en donde el punto de vista del director, más allá del relato, se convierte en el nodulo de la práctica fílmica. Incluimos alguna de éstas como la de Depardon –un nombre clave en este tipo de prácticas fílmicas- o la pieza de Adriana Leira. Ambas cuestionan el concepto de normalidad o enfermedad mental al tiempo que relatan y denuncian una situación.
Rescatamos algún título que ha dejado huella en las actuales series de TV, como es la incursión de Lars Von Triers para terminar con un título claveMonos como Becky(1999) que, a posteriori, retorna al espectador con mayor preeminencia tras la enfermedad y muerte de Joaquim Jordá.
Al igual que hiciera Lacan con Lituraterre, partimos de un título,Continuarración, que se corresponde con el de la exposición, neologismo y crisol de diferentes sentidos y vocablos de Joyce. Uno de tantos a lo largo de sus últimas obras…solo que.. ¿continuará?
Where did Iıstop? Never stop! Continuarration! You’re not there yet. I amstel waiting. Garonne, garonne!
Finnegans Wake, James Joyce,
Continuarración es una palabra encontrada en Finnegans Wake, página 205, una de las felices palabras compuestas que se encuentran en cada página del libro. El proyecto presentado en el Centro José Guerrero tiene también la idea de progresión, de una misma historia contada en tres capítulos, que se corresponden con los tres pisos de la exposición, y que corresponden también a los años 2011, 2012 y 2013….
…Se ha dicho que el Finnegans Wake es una especie de «test de Rorschach» en el que cada uno ve algo diferente y todo lo que se ve es cierto; porque todo, absolutamente todo, está contenido en ese libro. Joyce, sin embargo, lejos de heroicidades antifascistas, parecía sobre todo contrariado y apenado por la certeza de que el libro, que le había llevado diecisiete años escribir, se publicaría a la vez que una inmensa guerra estallaba, y a la vez que su propia familia se descomponía sin remedio por la enfermedad de su hija Lucia, diagnosticada como esquizofrénica.
Pero lo más fascinante de ese libro publicado en vísperas del apocalipsis es lo siguiente: tras haberse convertido en el mejor escritor del siglo XX conUlises, Joyce emplea 17 años en escribir este libro incomprensible. Un libro que alguien tan inteligente como él, que escribía sobre todo para otros escritores, tenía que saber que no le reportaría ningún éxito desde ningún punto de vista.
Para mí, el Finnegans Wake es el caso de estudio soñado para la compleja relación entre un artista y su público. ¿Para quién fue escrito Finnegans Wake? ¿Qué había de inevitable en la producción de este libro? ¿Cómo puede un libro constituirse en una especie de pegamento social entre personas increíblemente dispares y cuyo único punto en común es el amor por un libro imposible, indescifrable, que parece contener todas las cosas?
De esto trata la película The Joycean Society (2013).
En el Centro Guerrero se mostrará un fragmento del escenario y un fragmento del archivo, a la vez que se presenta un nuevo capítulo de esa performance extendida: el intento de traducción al castellano de uno de los capítulos de Finnegan´s Wake
Dora García
PROGRAMA
15 DE OCTUBRE, 20h
BLOOM, Sean Walsh. Irlanda (2003) 113 ´ VOSE
Adaptada del Ulises de James Joyce, Bloom es una narración de lo acontecido el 16 de Junio de 1904 y una puerta a las conciencias de los principales personajes: Molly Bloom, Stephen Dedalus y el extraordinario Leopold Bloom, alter egos del propio Joyce.
El título, como se sabe, alude a la Odisea de Homero. Y existe todo un sistema de paralelismos (lingüísticos, retóricos y simbólicos) entre las dos obras si bien la de Joyce se basa en recuerdos y experiencias de la familia, costumbres de Irlanda, etc. Aparentemente el libro parece desestructurado, caótico y obsceno. Narrado desde una conciencia interior heredera más del psicoanálisis que de W. James, ha hecho difícil su adaptación al cine.
Ulysses (1967), su adaptación anterior, tuvo fuertes problemas de censura por su fidelidad al texto. Tanto que en Irlanda no fue permitida hasta el año 2000.
Bloom se estrenó en el 2003 en el Festival de Cine de Taormina. El Irish Film y Television Awards le concedió el premio a «Mejor Actriz en una Película».
22 DE OCTUBRE, 20h
HÄXAN, Benjamin Christiensen. Dinamarca (1922) VMTE 105 ´
Häxan es un inusual tratado sobre la brujería y, por tanto, sobre la locura de la mujer en la Edad media. Su director y guionista, Benjamin Christensen, introduce en siete episodios las causas y consecuencias de la creencia en supersticiones combinando el lenguaje del cine documental con el de ficción. Pero, y al mismo tiempo, su imaginería está concebida con un excepcional sentido estético. Y no sólo por el hecho de que subyacen en ella influencias de la pintura medieval, renacentista e incluso del tenebrismo del XVI (Velázquez, Caravaggio, Rembrandt…), sino porque Christensen equilibra, de modo sorprendente, la mirada del pintor con la del cineasta, las estrategias estéticas con las propiamente cinematográficas. Es así como puede analizarse la estudiada composición de las figuras en cada plano, la mayoría de las veces en continuo movimiento, con el recurso del descentramiento, lejos de la frontalidad característica del cine de la época. Imágenes combinadas, simultáneamente, por medio de un calculado montaje creando una consistente estructura narrativa con una sorprendente agilidad rítmica. Atmósferas potenciadas por una contrastada iluminación que amplifica la expresión de los propios personajes y enfatiza el aspecto siniestro de unos ambientes dominados por el oscurantismo.
No se trata, pues, de una Edad Media idealizada fruto de las influencias del Romanticismo, sino que Christensen muestra su aspecto más sórdido, austero, de podredumbre, miseria y barro, con su contrapunto en las escenas de carácter fantástico, aquellas que representan los aquelarres.
Christensen se reservó el papel de diablo y, como su personaje demoníaco, mueve los hilos desde el comienzo del film incluso en la narración. El cineasta, que según algunos testimonios era un hombre interesado por las ciencias ocultas, se había entregado a una intensa labor de investigación antes de embarcarse en el proyecto. Sin duda la influencia de Freud y las investigaciones psicoanalíticas sobre la histeria tuvieron su eco en este film, más allá de la influencia que tuvo en las primeras vanguardias (Surrealismo, Dadaísmo, Ultraismo…).
El film que no pasó inadvertido en el momento de su estreno, si fue condenado con el tiempo al ostracismo hasta que fue rescatada en 1968 por la contracultura norteamericana presentando una nueva versión a la que se le redujo el metraje, se le añadió la voz en off de William Burroughs y una nueva banda sonora inspirada en el jazz que compuso Daniel Humair. Sea como fuere, Haxän es un intenso espectáculo visual impregnado de una modernidad asombrosa en la que la histeria es su epicentro.
29 DE OCTUBRE, 20h
CORREDOR SIN RETORNO (Shock Corridor ), Samuel Fuller. EEUU (1963) 87´ VOSE
Shock Corridor es uno de esos títulos que, por lo inusual de su propuesta y su carácter enigmático, no deja indiferente. Ni siquiera pasados 50 años. Samuel Fuller, relata un descenso a los infiernos de un sujeto en un centro psiquiátrico. Y lo hace bajo la presión psicodélica y alucinante, la angustia y el miedo.
El film posee momentos notorios y altamente bizarros gracias, entre otras cosas, a los recursos narrativos y visuales con extraños y angustiosos planos, superposición de imágenes y aparición reiterada de rejas, barrotes, sombras…
El film ganó con el tiempo y, como casi todo el cine de Fuller, se convirtió en un título de culto. Quizás aprés-coup, conscientes de que nada es casual, pueda analizarse con una perspectiva nueva. Así, desde Titicut Follies, una polémica práctica documental de Frederick Wiseman, rodada unos años después en una penitenciaría psiquiátrica que llegó a ser prohibida sin duda porque ya no se trataba de ficción, hasta las series de TV actuales pasando por Scorsese, Depardaun, Shock Corridor se ha convertido en un título fundacional que inaugura un género.
5 DE NOVIEMBRE, 20h
EL REVÉS DEL TAPIZ DE LA LOCURA, Adriana Leira. España (2008) 56´ V.O: Español.
Adriana Leira es una cineasta que, consciente de la evidencia del lenguaje como plus del sujeto humano, se ha preocupado por la segregación que las formaciones sociales provocan.
Entre otras, la enajenación. El revés del tapiz de la locura (2008), refleja parte de la historia personal de un grupo de personas que tienen en común algo más que un diagnóstico de trastorno mental: su lucha contra la estigmatización, la discriminación y la exclusión; es decir, la continuación del debate que supone la aceptación de la locura por parte de la sociedad. Estos sujetos formaban parte de Radio Nikosia, la primera emisora en España que trasmitía desde la llamada locura, versión de Radio Colifata de Argentina que tuvo sus inicios a comienzos de los noventa.
Leira parte de ese colectivo formado por unas 25 personas, diagnosticadas de distintos trastornos mentales que deciden hacer un programa semanal en Radio Contrabanda. A partir de ahí y del éxito obtenido sus reivindicaciones son amplificadas por el programa La Ventana dirigido por la periodista Gemma Nierga para la Cadena SER. En esta práctica documental se advierte un recorrido sobre el hospital psiquiátrico, siguiendo a Foucault y a Goffman, por la antipsiquiatría y la reforma psiquiátrica. Pero, más allá de estas cuestiones, representa a todas esas voces contrarias a la estigmatización y a la evaluación como forma de segregación. A aquellos que defienden la normalización sin especificar que esta es una simple estadística.
12 DE NOVIEMBRE, 20h
URGENCIAS (Urgences), Raymond Depardon. Francia (1987) 105´ VOSE
Entre 1980 y 1982 Depardon y su sonidista se adentraron en el vetusto hospital psiquiátrico de la isla de San Clemente, cerca de Venecia, construido en una época donde la única terapia para los enfermos mentales era la reclusión y las teorías de Basaglia y la antipsiquiatría aún no estaban en boga. Siete años después retomará su retrato de la marginalidad en ese ámbito emplazando su cámara en el Servicio de Urgencias Psiquiátricas del Hôtel-Dieu, en París.
Depardon optará esta vez por el estatismo de la cámara que basculará entre la lejana distancia de observación y la extrema cercanía de su participación emotiva con los pacientes registrados, traídos en su gran mayoría por la policía, y que tratarán de conformar un discurso que dé cuenta no ya de su malestar y desesperación, sino de un malestar que, como decía Freud afecta a la cultura.
Para Depardon filmar no es supervisar lo que pasa en el visor de la cámara. Es, por el contrario, registrar, estar presente en lo que uno filma, volverse impresionable a la presencia de la persona filmada. Esto, aprendido de grandes cineastas como Flaherty, le llevará a tomar interés especial por el poder y la impotencia característica de esos lugares estratégicos que son la psiquiatría, la policía o la justicia. Quizás por ello Giscard d’Estaing, llegó a prohibir la proyección de la película.
19 DE NOVIEMBRE, 20h
THE KINGDOM (RIGETI), Lars von Trier. Dinamarca (TV). Cap I y II (1997) 130´
Miniserie de televisión con una segunda parte, Riget II, (1997), heredera de otras míticas como Twin Peaks. Ambientada en un moderno y laberíntico hospital situado en una zona maldita y sometida a infinidad de fuerzas telúricas, es una mezcla de géneros con elementos fantásticos, de terror y comedia negra…
El talento de de Lars Von Trier, desaforado y travieso, se muestra ya claramente en los primeros capítulos en los que, siguiendo un poco el Dogma, se mofa del espectador medio, pretextando tramas detectivescas o superfluas, coartadas paranormales, laberínticos ajustes para ilustrar un universo en el que ocurre , sencillamente, lo que él desea, sin necesidad de mayores argumentos para explicar continuos y caprichosos requiebros narrativos. Un espléndido experimento y banco de pruebas de la televisión de su país cuyo objetivo prioritario era refinanciar la productora Zentropa. Más de 50 horas de rodaje en 16 mm. para ser cortada y editada después digitalmente, incluyendo manipulaciones del color, en un rodaje que imponía el monitor por las fobias conocidas de Lars Von Triers.
Cuando se estrenó en Dinamarca, las calles se quedaban vacías a la hora de emisión. Unos años más tarde, y por aclamación popular, hubo de proseguir con otros cuatro capítulos.
En 2004 Stephen King escribió un remake en forma de serie televisiva:Kingdom Hospital.
The Kingdom es hoy una serie de culto en la que, más allá de la dosificación de la intriga o del peculiar sentido del humor que cruza el culebrón con elthriller sobrenatural, Lars von Trier demuestra conocer las ventajas y limitaciones del lenguaje de la TV para aplicar su particular metonimia: las historias están contenidas unas en otras como cajas chinas cuestionando, al final, la propia ficción o el sentido. ¿Será todo una conversación entre dos síndromes de Down mientras friegan platos?
26 DE NOVIEMBRE, 20h
MONOS COMO BECKY (Mones com la Becky), Joaquín Jordá. España (1999) VOE 93´
Más que una práctica documental, Monos como Becky se ha convertido con el tiempo en un imprescindible documento para analizar la obra de Joaquín Jordá. Al igual que Joyce pudo hacer con su locura una obra, Jordá rentabiliza de forma creativa el trauma que supuso su embolia y posterior insensibilización para construir una pieza que escapa a cualquier adscripción genérica.
El mismo proyecto guarda en sí mismo las conexiones y circunvalaciones como si de las neuronas se tratara. Lo que iba a ser un film de terror sobre la vida de Egas Moniz, el neurólogo portugués inventor de la lobotomía que terminó asesinado por uno de sus pacientes, se convierte en un híbrido experimental que denuncia la situación de la locura.
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