[…] Fui al grano: le comenté que mi intención era escribir un artículo en el que iba a mencionar An Adverse Possession of Light, pero que debía primero confirmar el origen de los camaleones y que no hubiese tenido lugar ninguna forma de abuso animal. Lo que siguió fue una conversación larga como una semana, una conversación cada vez más tensa entre dos almas empedradas que se iban enroscando en sí mismas para embestirse con recelo y amargura. Ninguno descartamos los malentendidos a causa de nuestro dispar dominio del inglés. Seguro que algunas frases debieron de haberse comprendido de manera diferente, y no por una diferente traducción de los significados, sino por su ánimo. Pese a la amable consideración de un desajuste idiomático, todo cuanto Kassay decía me estaba pareciendo incomprensible como pocas veces en mi vida. Aunque el artista fue el primero que me insistió en que en que publicara lo que deseara, voy a respetar lo que le prometí y no voy a revelar el contenido de aquellos primeros mensajes.
Desde la distancia, concluí que Kassay estaba intentando desplazar el centro de la conversación, y que lo hizo aduciendo motivos que para mí no eran ya triviales, sino más bien excusas, mientras yo me obcecaba en presentarle como prioritario y urgente aclarar el origen de los camaleones por encima de todo. Para ello no dudé en mencionar el auge del tráfico de animales exóticos, que era mi principal preocupación. La caza y el tráfico ilegal de animales sigue siendo un problema grave en todo el mundo[7], agravado por la accesibilidad de la web profunda y el inmenso lucro que obtiene el crimen organizado[8]. Me parecía inverosímil que un artista maltratara o sacrificara camaleones vivos con sus propias manos. Sin embargo, después —y antes— de Damien Hirst, hay artistas que trivializan con las vidas de los animales y encargan sus cuerpos inertes, eso es un hecho.
La discusión llegó tan adentro en el fango que me planteé descartar el tema y el texto y no concederle más atención. Kassay, de repente, reculó, y me aclaró que había comprado los camaleones ya muertos a un taxidermista que los vendía en Etsy. Que, en el momento de la compra, él solo los había contemplado como materia inerte.
***
Hasta entonces, sin darme más detalles, el artista me había repetido que consideraba haber obrado legalmente, lo cual a mí, como escritor, me obligaba a limitarme a constatar dos hechos: que aquella escueta declaración había sido dicha y que, al no tener nada más que aportar, no podía garantizar que los camaleones hubiesen sido tratados éticamente. Una vez revelado cómo llegaron los camaleones hasta Kassay, solo una enorme dosis de confianza en sus palabras podría moverme un poco de mi estrecho recinto, y no habíamos acabado bien. Para más certezas había que solicitar recibos, investigar la cadena de implicados, presionar para obtener información que ya se me había dicho que me estaba vedada. Aunque ahora, al menos, la problemática del cuerpo animal como material de trabajo para la práctica artística atañe a un taxidermista en Etsy con el que no puedo contactar. No es raro que los taxidermistas, según sus contactos, aprovechen los cuerpos de animales que han muerto en granjas, carreteras, reservas naturales o en sus propios ecosistemas por causas ajenas a la pasión que despierta en algunas mentes la manipulación de cadáveres. Kassay me dio a entender que este era el caso del taxidermista de Etsy.
La escala de acción de los taxidermistas dependerá del material con el que estén dispuestos a trabajar; luego, de los pactos que conlleva su disposición. En Reno, en el estado de Nevada, podemos acudir a Animal Artistry, un negocio dedicado a la taxidermia y especializado en el trato con cazadores. Su logo es la superposición de las representaciones de dos animales. Ambas imitan la síntesis de pinturas rupestres naturalistas. El caballo del logo recuerda a los de la cueva de Lascaux, aunque parece una versión retocada del conocido como segundo caballo chino[10]. Su silueta no encaja con exactitud con ninguna pintura que he podido consultar. El otro animal podría ser un íbice, una cabra salvaje, o un órice o un antílope. No he reconocido pintura rupestre alguna a la que pudiera hacer referencia.
El logo de Animal Artistry, que se arropa bajo interpretaciones cinegéticas como las de Henri Breuil[11], pretende evocar una justificación milenaria de la caza por la caza, lo cual sobrepasa lo irónico, ya que estas interpretaciones ven en el arte rupestre una utilidad práctica, un articulado esfuerzo de garantizar el alimento; mientras que Animal Artistry se prodiga en definir la caza como un arte autónomo, al igual que la taxidermia, el tramo del que la empresa se ocupa. En el intento de rebozar estas prácticas en romanticismo, la identidad visual arrastra matices suficientes para una discusión.
No sería la única. Según la retórica triunfalista de la empresa, los animales son «trofeos»[12], «recuerdos de la cacería»[13] o «ítems»[14]; en el más tremendo de los eufemismos, son «cosecha» para la taxidermia[15]. Nos sorprenderá el permiso, concedido por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, para trabajar con especies de primates y cerdos de cualquier país extranjero[16]. Animal Artistry, como otros negocios, obtiene beneficios en un sistema económico sostenido por el ejercicio de la violencia y de la tortura sobre seres sintientes. El vocabulario que maneja el equipo de Animal Artistry encubre las nociones fundamentales con las que explorar relaciones más respetuosas con la vida y los seres sintientes; manejan una retórica agujereada, complaciente con quienes ritualizan la violencia, y desde ella justifican su criterio estético y la comodidad comercial. Cuando Jacob Kassay empezó a evadir mis preguntas, me temí un cinismo de la misma familia, en el que el artífice de las imágenes menospreciara el frontal dilema ético que conllevan. La muerte fue requerida para el proceso de trabajo. La falta de delicadeza de Kassay, que asegura haber contactado con un taxidermista local, no iguala en bajeza a los azafatos a la vuelta del safari, pero, ¿qué hizo que el artista neoyorkino restara importancia a lo más importante? La práctica artística no escapa a que se interrogue su estatura moral, aunque sea en los términos sofisticados que ella misma alcance a exigir.
Al caer la noche en Nevada, Animal Artistry sueña con un ideal de gallardía e ímpetu. Un animal cualquiera, el que más pena nos dé imaginar, queda clavado a un jirón del flujo que abría vivo, y a eso lo llaman «gracia y dignidad»[17]. Se funda la imagen desde el trofeo, aquel objeto que señala y conmemora la transgresión de un límite. Pero el deseo de transgredir este límite —arrebatar la vida de un incauto animal, marcado desde el nacimiento por ni poder imaginar la ideología de los sádicos— es tan zafio como su cumplimiento. Por eso, pronto deviene en repetición y variación, acaso en coleccionismo. «¿No sabes que nosotros queremos matarte mil veces, hasta el límite de la eternidad?» declara el Obispo en Saló.[18] Y los salones de los adinerados acumulan testas y manierismos, cuerpos obligados a performar el triunfo y la serenidad que ansían sus dueños. Dice el mercader Clay, en La historia inmortal: «Creéis hacerlo porque queréis. Pero no. Lo hacéis porque yo lo digo. Sois dos marionetas jóvenes y llenas de lujuria en mis viejas manos».
Y dicen ellos: «Su experiencia no termina cuando se consigue la presa. En Animal Artistry, creamos obras de arte que completan y extienden la caza, reviviendo tus recuerdos más preciados con cada vistazo a tus trofeos. Honramos la caza, honramos al cazador y, lo más importante, honramos a las criaturas en toda su majestuosidad.»[19]
Bibliografía:
[7] Para una introducción relativamente reciente, propongo el texto de Mozer, A. y Prost, S. (2023). An introduction to illegal wildlife trade and its effects on biodiversity and society. Forensic Science International: Animals and Environments (3). Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2666937423000021
[8] «It is considered among the most profitable illegal industries in the world, with an estimated annual value of 7–23 billion USD about ten years ago […]. Since then, its annual value has likely increased substantially, and newer estimates are needed to quantify its current extend.» Íbidem, p. 1.
[9] Traducción propia de: «At its best, an animal trophy tells stories. There’s the tale of the animal itself. And then there’s the story of the hunt and its many experiences […] Bringing these stories to life is the goal behind every original piece that we create here at Animal Artistry. And it’s been that way since we began in 1980» AnimalArtistry.com: About. Recuperado el 15 de abril de 2024 de: https://www.animalartistry.com/about
[10] Norbert Aujoulat, Ministère de la Culture y Centre National de la Préhistorie. Archéologie.culture.fr.: Mediateca. El segundo Caballo chino. Recuperado el 15 de abril de 2024 de: https://archeologie.culture.gouv.fr/lascaux/es/mediatheque?combine=caballo&page=,3
[11] Montes, R. (2012). Teorías interpretativas del arte rupestre. Tiempo y Sociedad (9), pp. 13-15.
[12] «At its best, an animal trophy tells stories. […] bringing cherished memories back to you each time you view your trophies.» AnimalArtistry.com: About. Recuperado el 16 de abril de 2024 de: https://www.animalartistry.com/about
[13] Ibidem.
[14] «Animal Artistry is one of the few taxidermy companies on the west coast that is licensed by the USDA to accept swine and primates from foreign countries. Please note, we only accept these restricted items for our clients at no cost.» Encontrado en el documento “Before you hunt…”: https://static1.squarespace.com/static/5ebc29416fd83a44b16bfd27/t/635806e48fe8a96666bbfc36/1666713316375/Before+you+hunt.pdf (Recuperado el 14 de abril de 2024).
[15] «I’m going on a hunt. What should I do to prepare the animals I harvest for taxidermy?» AnimalArtistry.com: About. Recuperado el 15 de abril de 2024 de: https://www.animalartistry.com/about
[16] «Animal Artistry is one of the few taxidermy companies on the west coast that is licensed by the USDA to accept swine and primates from foreign countries. Please note, we only accept these restricted items for our clients at no cost.» Encontrado en el documento “Before you hunt…”: https://static1.squarespace.com/static/5ebc29416fd83a44b16bfd27/t/635806e48fe8a96666bbfc36/1666713316375/Before+you+hunt.pdf (Recuperado el 15 de abril de 2024).
[17] Una historia inmortal. (1968). Película dirigida por Orson Wells.
[18] Saló o los 120 días de Sodoma. (1975). Película dirigida por Pier Paolo Pasolini.
[19] Traducción propia de: «Your experience doesn’t end with the kill. At Animal Artistry, we create works of art that complete and extend the hunt, bringing cherished memories back to you each time you view your trophies. We honor the hunt, the hunter, and most importantly, the majestic creatures.» AnimalArtistry.com: About. Recuperado el 16 de abril de 2024 de: https://www.animalartistry.com/about
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