Con motivo de la visita de Rafael Argullol al Centro Guerrero el 15 de mayo de 2017, y tomando como punto de partida su concepto de transversalidad, presentamos una serie de textos en el blog con el nombre de uno de sus últimos libros, Archipiélago (Subsuelo, 2015). En Archipiélago, cincuenta autores del mundo de la cultura elegían un fragmento de la obra de Argullol, un fragmento de la obra de otro autor y una imagen que definieran, de una u otra forma, al pensador catalán. Con esta voluntad de indagación, entre el azar y el destino, presentamos nuestra versión transversal de Archipiélago, donde un texto de un escritor y una obra de José Guerrero, como islas con un origen geológico común, ocuparán un mismo espacio para generar un diálogo, expulsarse, acercarse, fundirse o comprenderse mutuamente.
Gemma Pellicer (Barcelona, 1972) trabaja como editora de textos de ficción y cultiva la crítica literaria en la revista Quimera. Escribe microrrelatos, cuentos y aforismos, piezas que han aparecido recogidas en antologías como Mar de pirañas. Nuevas voces del microrrelato español (2012), en edición de Fernando Valls; La música de las sirenas (México, 2013), al cuidado de Javier Perucho; o Aforistas españoles vivos (2015), de José Luis Herrera. Además, es corresponsable de la antología Siglo XXI. Los nuevos nombres del cuento español actual (2010). La danza de las horas (2012) fue su primer libro de microrrelatos y Maleza viva (2016), el último. De este Pellicer ha elegido una de sus piezas para enfrentarlo al cuadro de José Guerrero Alcazaba, 1973.
Azrael
Cuando el ángel bajó del Cielo dispuesto a salvar al único
hombre bueno que habitaba la Tierra, las aguas de Dios
lo habían sepultado bajo arenas movedizas. Desde entonces,
la conmoción de Azrael es un techo de arena que le impide regresar.
Gemma Pellicer (microrrelato de Maleza viva, editorial Jekyll & Jill, 2016)
Deja una respuesta