Para recoger las cosas después está el arte. Hace muy poco, Paco Gómez nos dio una buena prueba de ello con Los Modlin. Y a continuación dio un paso más, dejando delicadamente atrás la realidad documental de la fotografía para internarse con decisión en la literatura, con su Proyecto K. En él, leemos un eco de las palabras finales de El halcón maltés: “Me pregunto por qué no conservé ni una sola de aquellas imágenes maravillosas en las que trabajé. […] Si al menos me hubiera llevado un par de ellas […]. Poseer algunas me hubiera ayudado a no cuestionármelo todo. ¿Pero de qué me hubieran podido salvar? Solo eran ilusiones transferidas a un papel. Sueños malditos de cartón que serían humo dentro de muy poco, si no lo son ya”.
Deja una respuesta