Se perfila así una dicotomía interesante entre la identidad y la intimidad. Esta quedaría del lado de lo abierto rilkeano. Jon Bilbao nos da una idea reciente de su vastedad y viveza a través del narrador de «El castigo más deseado» (cuento incluido en Estrómboli), cuando se refiere a la intimidad de L, su ex, como un ámbito «muy amplio, creciente y de fronteras difusas, como un desierto, y cuyo centro yo imaginaba de un calor achicharrante».
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