También Javier Moreno en Alma proponía una farsa a propósito de un buen amigo de Scholem: «Dios afirma haber habitado en la mente de Walter Benjamin antes de que este se descerrajara un tiro en la cabeza en un hotel de Port Bou. Un instante antes de apretar el gatillo, sigue diciéndome dios, en la mente de Benjamin había una idea absolutamemte brillante, como si su pensamiento hubiese cristalizado en una especie de imagen diamantina que, llegó a fantasear, haría que la bala, incapaz de atravesarla, saliese rebitada al entrar en contacto con ella. Ante mi pregunta acerca de aquella idea, dios me guiña un ojo y me dice que ahora él es el único depositario (salvo, quizás, Charlie Kaufmann, el guionista de Cómo ser John Malkovich) de este tesoro cuyo nombre alemán logró captar en el último momento antes de escuchar la detonación: Überlebenbildenwissenschaft. “La ciencia de la sobrevivencia de las imágenes”, traduce de manera improvisada.»
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