Probablemente el día que se revise la manida distinción de Clement Greenberg entre vanguardia y kitsch, y sus múltiples derivados y transformaciones a día de hoy, empezaremos a ver de otra manera la actividad de Ad Reinhardt (1913-’67), quien, por sus abstracciones monócromas silenciosas e irreproducibles y sus escritos, ha sido considerado un modernista ortodoxo, a la vez que el vínculo entre el expresionismo abstracto y el minimalismo, e incluso el conceptual (compárese por ejemplo sus escritos con los más tempranos de Sol LeWitt). Hasta aquí, todo más o menos predecible. El caso es que Reinhardt era a la vez un pintor abstracto, esta especie de gallina de los huevos de oro de más abajo, y un excelente ilustrador gráfico y caricaturista, esta otra gallina clueca, en dos ilustraciones del mismo Reinhardt.
A Reinhardt, por ejemplo, se le atribuye aquella malévola alusión a Art of this Century, la galería de Peggy Guggenheim diseñada por Frederick Kiesler a modo de gigantesto evento temático, muy cerca del más ortodoxo cubo blanco del MoMA, que viene a decir que la escultura era aquello con lo que tropiezas cuando vas a contemplar mejor la pintura. Tras esta broma, se escondía un rechazo a un espacio con sillas biomórficas e incluso ruido ambiental, en la que la pintura no era más que un elemento añadido.
Y es que en las caricaturas de Reinhardt se encuentra un repaso completo a la introducción del modernism en EEUU, a la situación social del pintor abstracto, a la creación del mercado en Nueva York, entre otros muchos temas. Como explican en este estupendo post, incluso llegó a jugar con varias tipografías. El caso es que tras echar un vistazo a estas caricaturas y juegos tipográficos se va de la mente el adusto abstracto, precursor del minimalismo, y es inevitable pensar en otras analogías y conexiones, ¿quizá Philip Guston?
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