La extravagancia arquitectónica por excelencia, el sitio con el 25% de las grúas de todo el mundo, urbanizaciones privadas en archipiélagos de islas artificiales con forma de mapa-mundi o palmeras y conjuntos de frondosos estadios y centros comerciales con pistas de esquí en pleno desierto, Dubai, obviamente, acaba de inaugurar feria de arte. Por fortuna, Martin Parr, fotoógrafo como nadie de los comportamientos compulsivos y esquizoides, estaba por allí: This city has a lot of cash swashing around, and when you have bought all the cars, houses, plastic surgery and clothes you need the only thing left to buy is Art. And this is what appeared to be happening at the VIP launch of this fair last Thursday evening. What for me was interesting, is that the normal art fair crowd was entirely different. There were the normal Western Europeans and Americans, but also of course, the Arabs, the wealthy Indians, and the Asians too. This heady mix was wonderful to photograph, it was really a truly international event. The way people dressed and their demeanour was very Bling, not a word I have encountered much, but you know it when you see it. (sigue, con fotos (¡), en el blog de la Magnum).
Pese a que admiro el trabajo de Martin Parr, sus comentarios sobre los visitantes de la feria me han parecido tristemente estereotipados. Me refiero concretamente a cuando escribe: «…normal Western Europeans and Americans, but also of course, the Arabs, the wealthy Indians, and the Asians too».
Me pregunto qué es un occidental europeo o (deduzco) estadounidense «normal», aunque me temo que se refiere a «blanco». También me pregunto si Martin Parr piensa que los árabes no suelen ir a ferias de arte, así como los indios ricos y los asiáticos. También me pregunto si tanto occidental «normal» hubiera asistido a esta feria si se hubiera celebrado en un país pobre del Oriente Medio. En definitiva, coincido con Parr en que el dinero hace extraños amigos, Parr entre ellos.