Al socaire de la exposición Primera Generación: Arte e Imagen en Movimiento (1963-86), la Fundación Telefónica va a celebrar un seminario internacional (y gratuito) sobre la obra de Nam June Paik, el próximo 12 de febrero, en el cual destaca la participación de especialistas coreanos que, sin duda, pueden aportar interpretaciones contextuales y alusiones culturales desconocidas para los especialistas occidentales en la obra de Paik. Como ejemplo, la pregunta que formula Soun-Gui Kim en su conferencia -¿fue realmente Paik taoísta?-. Nada que ver, sin embargo con la que se hacía Tom Sherman en este texto, uniendo la obsesión geek del gadget-fetiche y el conocimiento arqueológico de los orígenes del vídeo-arte, ¿por qué se defiende a la Sony Portapak como primera cámara cuando las fechas no coinciden? Sherman argumenta que aquellos primeros veinte minutos de atasco de tráfico en Nueva York que rodó Paik con una portapak el día que el Papa Pablo VI visitaba Nueva York no
es más que un mito. Sus razones: la visita se produjo en 1965 y la portapak con batería se lanzó en 1967. Historia anecdótica pero que recuerda a esa otra carrera del primer cuadro abstracto y a un Kandinsky falseando fechas para desmarcarse de artistas como Kupka o Delaunay. El objetivo de Sherman es demostrar que esta geneología no responde a una autoría individual, sino colectiva, en la que participarían artistas como Ira Scheneider o Juan Downey (mi particular descubrimiento del pasado año), entre otros muchos. El caso es que, al fin, este exceso geek de la red sirve para algo.
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