A propósito de Paraísos, el diario El País ofrece una entrevista en sus páginas de Cultura de hoy viernes a Basilio Martín Patino. En ésta, Basilio retoma el tema que Víctor Erice tocaba en otra reciente entrevista, sobre la posibilidad de utilizar el museo como espacio de exhibición y, lo que es más importante, de producción cinematográfica ajeno a los géneros, calendarios y modos de trabajo en cadena de la industria audiovisual. Un espacio expositivo donde el director, resurgido como autor o artista único, se beneficia de la estructura del discurso museístico. Si bien Patino opina que se trata de situar el cine en el verdadero ámbito público, a la altura de la gente, y desautorizar al autor, discutir la autoridad suprema del artista, en sus palabras. La introducción del cine en el museo, confiesa el director de Queridísimos Verdugos, puede conducir a la rescritura del concepto de vanguardia en la historia del cine, un término que, en el apartado audiovisual, casi siempre se ha referido a artistas plásticos que deciden hacer uso del vídeo/cine a la vez que de cualquier otro lenguaje. En este sentido, basta comparar qué rapido el aparato museístico ha digerido los tanteos cinematográficos de Dalí, en episodios muy puntuales, pero qué lenta y pesada ha sido la digestión de Buñuel en la institución museística (no ha habido vanguardias porque la industria no permite riesgos, y más con el dineral que cuesta levantar una película. Sigue en función del éxito y del dinero).
Además, en la entrevista se comenta todo el discurso curatorial de la exposición, elaborado en tres apartados, paraísos como refugio en la posguerra con Canciones…, paraísos com imposición en Caudillo, como ejemplo, y paraísos como utopías fracasadas. Después de todo, como escribía Szeemann, cualquier realización de la utopía se convierte en distopía o, en palabras de Basilio, yo no conozco los paraísos, no creo que existan salvo en la medida que se añoran. Por último, destaca el análisis sobre el documental como modelo de verdad para construir la historia. Más aquí.
PD: Pero también aquí, durante el encuentro, aquí y aquí.
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