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Casa  /  Eventos  /  Rivera y el Deus ex Machina

Rivera y el Deus ex Machina

Escrito por Editor
21 septiembre, 2007 Eventos Deja un comentario

Cuando esa noche voy a coger un taxi que me lleve, paso la dirección de Matisse a un nuevo papel y un 1 que me parece mal escrito, pues le falta el palito, lo corrijo y tomo un taxi, enseño el papelito y me lleva a un lugar y número cerca de Central Park. Llamo a esa casa y me dicen que allí no vive Mister Matisse, llamo a la de al lado e igual respuesta. Son las 8 de la noche, tarde para Nueva York, acabo de llegar a la ciudad, estoy solo y desconozco el inglés. Empiezo a preocuparme, no hay forma de dar con la casa. A una señora que sale de un portal le pregunto en mal francés, y por suerte me entiende, le enseño la dirección y me dice que el siete es esa casa de allí, pero allí no vive Matisse, le digo que es un uno lo apuntado y no un 7, ella insiste, resulta que el palito que le puse al 1 lo embrolló todo, pues así es el 7 en América. ¡Vaya por Dios!

Deshecha la confusión, me dirijo al número 1, empujo un portal, paso a un zaguán y automáticamente la puerta de la calle se cierra, intento abrirlo y me es imposible. Me encuentro encerrado en un zaguán desconocido. Empiezo a sudar copiosamente.

Al mismo tiempo, pulso varios timbres que veo y una voz, que no sé de dónde sale, pregunta si soy el señor Rivera, creo que me he vuelto loco, pues miro a todas partes y no veo a nadie. Vuelven a preguntar y yo desesperadamente digo que sí. Me dan instrucciones para pasar, que yo no entiendo, y es el propio Matisse que, muerto de risa, baja a abrirme. (…) Nos tomamos juntos un fuerte whisky para tranqulizarme.La cena se desarrolla muy cordialmente, a la hora del café aparece Guerrero, que ríe desesperademente….

Un extracto de las recién publicadas memorias de Manuel Rivera (catálogo en pdf), referente a su estancia en Nueva York durante la selección para la Carnegie International de Pittsburgh en 1964, donde destacó con la consecución de uno de los nueve premios internacionales, aunque bien podría titularse «el día que descubrí un portero electrónico». Muy recomendables, reciente publicación de la Diputación de Granada.
Guerrerorivera

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