Dentro del ciclo de conferencias Cuarenta pinturas en busca de voz, hace un año se celebró una suerte de experimento discursivo conducido por el artista Jesús Zurita (Ceuta, 1974) y el comisario y crítico de arte Javier Sánchez Martínez (Madrid, 1982). Ambos dedicaron, alternándose en la toma de palabra, tres sesiones a un solo cuadro de la colección del Centro: Black Followers (1954).
Los encuentros tuvieron lugar en tres días consecutivos. «El objetivo de estas charlas es estar con el propio cuadro, mirarlo en detalle y hablar de él, especular sobre lo que allí ocurre, sobre las posibilidades que nos ofrece su compañía y sobre cómo, en cierto modo, el comportamiento de la pintura condiciona nuestro estar en el mundo. Se trata, en definitiva, de cuestionar las lecturas tradicionales acerca de qué es y qué significa un cuadro y proponer, en cambio, una lectura basada en lo qué está siendo y cómo cambia con nosotros.»
Esta selección de fragmentos es un recuerdo del laboratorio en que se convirtió en aquellas jornadas el Centro José Guerrero.



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