En una visita a un centro de arte suele ser habitual que haya algo que altere nuestra relación con el contexto, con la historia, con un conjunto de valores asumidos o, simplemente, con nuestra cotidianidad. Cuando hace ocho años se inauguró el Centro, había quien decía que las vistas a la vecina selva de cresterías góticas le hacían sentirse en un lugar diferente a Granada; había también quien se extrañaba ante ese paisano extranjero, un pintor de quien rara vez habían oído hablar, pero que veían raramente familiar a un episodio cultural demasiado lejano a la España del franquismo.
Con el transcurso de las exposiciones, esta sensación de redescubrimiento y alteración de la historia ha continuado de forma más o menos intensa, desde las canciones para después de una guerra de Basilio Martín Patino, recordadas de memoria por visitantes bajo capas de nostalgia, hasta la investigación de Judith Barry sobre el legado de la desaparecida comunidad judía en Granada, por no hablar de la reflexión sobre el imaginario que separa ambos lados del Estrecho de Antoni Muntadas y su transformación en mercancía turística, como tratara Rogelio López Cuenca.
Pero a veces, es también la propia experiencia del visitante la que transforma el centro y, en cierta forma, te hace volver a mirar lo que ves cada día. Algo así es el siguiente cuento, realizado por un grupo de niños de 5 años para el Centro, se trata de la narración en imágenes tanto de su primera visita a un museo como de su primer encuentro con la abstracción. A quienes conozcáis la pintura de Guerrero, os sorprenderá cómo algunos niños se fijaron en su etapa más constructiva, cómo otros plasmaron la más expresionista, cómo otros se guiaron por la cercana al surrealismo. En todos ellos, se aprecia su descubrimiento de un nuevo lenguaje sin palabras, su primer encuentro con la pintura.
Este cuaderno forma parte de Los Colegios Exponen, segunda exposición sobre el Programa de Difusión, que se podrá ver hasta el próximo 5 de octubre.
(gracias Carlos, Concha y, sobre todo, Álvaro, María, Noemí, Carmen, Raúl, María, Ana María, Claudia, Óscar, Celia, Jonathan y Lucía!)
Un cuento precioso, gracias por compartir con los internautas este tesoro…
Que maravilla! Es reconfortante. Muchas, muchas gracias, por ponerlo aquí y hacer que lo podamos ver todos