Os dejamos el vídeo de la 23ª conferencia del Ciclo Cuarenta pinturas en busca de voz, celebrada el 20 de febrero de 2020 en el Centro José Guerrero.
Para conmemorar el centenario del nacimiento de José Guerrero, el Centro que lleva su nombre invita a escritores, historiadores del arte y artistas a elegir una obra de la colección para que sea expuesta, y a explicar las razones que motivan la elección. Todos ellos son buenos conocedores de Guerrero y de la colección del Centro; en muchos casos han estudiado a uno u otra. Pero esta vez se trata de una aproximación menos académica, más personal.
Penitentes rojos, 1972
Óleo sobre lienzo, 203 x 178 cm
Colección Centro José Guerrero, Granada
Me gusta pensar que los cuadros de Guerrero no se contemplan, sino que estos te invitan a descalzarte antes de entrar en ellos.
En Penitentes rojos tenemos un ejemplo de la obra más vitalista de Guerrero, pero también de su extraordinaria capacidad para la
abstracción y la investigación del color. De un color en concreto: el rojo. Una de las características de Guerrero, quizá la más
difícil de conquistar, es la del escapismo creativo: cuando uno cree saberlo todo sobre una etapa del pintor, incluso sobre su
técnica, el cuadro consigue dar la vuelta a ese conocimiento. A primera vista, tenemos la impresión de que el artista ha dejado
su proceso de creación al alcance de cualquiera. Pero cuando se pasa el tiempo suficiente observando su obra, el observador
encuentra que es realmente detrás de ciertos detalles, ocultos al ojo nuevo, donde se halla su verdadera exploración. Creo que por
eso nos fascina. Sabemos que hay algo más después de la primera mirada, aunque no acertemos a especificar de qué se
trata. En esta conferencia pretendo explicar por qué nada es lo que parece en este cuadro, y sin embargo en él se encierra todo
lo que un cuadro debería ser.
DANIEL JÁNDULAMARTÍN nació en Málaga, en 1980. En el 2000 inició su formación artística en Arte Dramático, en la
especialidad de Dirección de Escena y Dramaturgia, carrera que abandonaría dos años después al trasladarse a Madrid, donde
trabajó preparando pigmentos, tensando lienzos y aplicando imprimaciones en una tienda de artesanía y venta de material de
bellas artes. Poco tiempo después completó unos cursos de Teología y se mudó con su familia a Barcelona, donde colaboró con
varios proyectos artísticos colectivos y comenzó a publicar sus primeros relatos y reseñas en prensa escrita, además de trabajar como traductor para publicaciones científicas y subtitulando documentales. En 2017 apareció su novela Tener una vida (Editorial Candaya), e inició un curioso periplo temporal inverso al fijar su residencia en Vilafranca del Penedès, donde da clases de escritura a personas sin formación escolar y escribe su próximo libro. En junio de 2020 se estrenará su primera obra como dramaturgo, Augurios, en la Factoría Echegaray de Málaga. En 2018, uno de sus textos formó parte del catálogo Intrusos, de Andrés Monteagudo, exposición dentro de la serie La colección del Centro vista por los artistas, auspiciada por esta institución.
Deja una respuesta