En la nota que divulgamos hoy, Guerrero rememora su experiencia como jurado popular (en una época en la que no existía esta figura en España) y la relaciona con otras situaciones que le generaron ansiedad, como su participación en un programa de la Graham Foundation en 1958. Allí se reencontró con Eduardo Chillida, del que mostraremos una pieza en nuestra exposición sobre la colección personal del granadino. ¿Dónde se habían conocido ambos artistas?
…
Paso un periodo sentado en esta sala larga, cargada de ciudadanos y de tensión. Desde las 9 de la mañana sentados, pasan lista, y en espera de un caso, aquí estamos, devorando nuestros libros y periódicos. De vez en cuando, dos abogados, que vienen a pares, entran en una sala pequeña contigua a la sala larga y nombran a 16, de los cuales 12 servirán en el jurado. Según el caso que sea, uno es eliminado por una razón u otra. Después de la elección, uno vuelve a la misma sala en donde esperamos a otros dos abogados, que vendrán o no vendrán.
Esta experiencia me ha dado una gran ansiedad, que me recuerda a mi situación antes del análisis. Esta tensión y la frustración de estar encerrado me han hecho pensar en varios casos en que sentí claustrofobia. Un caso fue en Chicago, ante una responsabilidad como el Seminario en la Graham Foundation. También en la iglesia, o en aeroplanos. Pero lo más interesante es que ahora solamente siento ese temor o ansiedad respecto de mi obra y de lo sexual. Estos dos elementos para mí son los dos más fuertes síntomas de desconfianza y pena. Este periodo en la corte lo veo como una cierta terapia, que siento muy necesaria, así es que al tercer día de encierro me encuentro más seguro, más adaptable y más responsable.
Otro caso fue encontrarme en un ascensor el día 23 de diciembre de 1969 con Portera, Millares, Chirino, Alba. Por un periodo de dos horas nos encontramos encerrados en un ascensor pequeño, nuevo, sin ningún medio de comunicación y sin nadie dentro del edificio. Este ejemplo ha sido uno de los que más esperanza y seguridad en el futuro me dan sobre cómo debo reaccionar en momentos tales de emergencia.
Al estar sentado en la sala larga me viene a la memoria que, cuando era niño, jugando con un amigo, este se lastimó un brazo y la familia me denunció, y recuerdo un jurado o corte juvenil. El pánico se apoderó de mí, y precisamente esta ansiedad es parte de esa experiencia.
La respuesta correcta a lo preguntado en la entrega anterior es:
Jasper Johns y Raul Rauschenberg
Deja una respuesta